Un estudio publicado recientemente, demostró que las mujeres con hígado graso (NAFLD) tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar cálculos renales.
Los datos analizados en la publicación provienen de una encuesta de salud norteamericana (NHANES III), e incluyó 11,859 participantes entre 20 y 74 años de edad. El diagnóstico de hígado graso se realizó mediante ultrasonido (esteatosis moderada o severa) y los pacientes fueron reclutados a comienzos de los años noventa.
Tras el análisis de riesgo, se determinó que las mujeres con hígado graso, presentaron un mayor riesgo (OR = 1.65, 95% CI [1.17, 2.32], p = 0.004) de desarrollar cálculos renales, que aquellas pacientes sin esta enfermedad.
Una vez más se demuestra como la alimentación influye en el desarrollo de cálculos renales.